Andalucía ha multiplicado por 100 la potencia fotovoltaica instalada de autoconsumo en los últimos cinco años, con lo que alcanza ya los 781 megavatios (MW) y supera las 112.000 instalaciones de ciudadanos y empresas para generar su propia electricidad al cierre del primer semestre de 2023. Así lo ha avanzado el consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, durante su intervención en el panel de expertos que ha abordado cómo afrontar la transición energética desde las ciudades y las empresas, en un acto organizado por el Comité Europeo de las Regiones en el marco de la COP28 que se celebra en Dubái.
El consejero, que ha intervenido en representación del presidente andaluz, que se incorporará a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en los próximos días, ha puesto de relieve el rol protagonista que quiere jugar Andalucía en la transición energética y ha reseñado que, «con el propósito de acelerar esta transición, la Junta fomenta la participación de ciudadanos y empresas, además de apoyar importantes inversiones industriales».
«Un ejemplo de este compromiso es el notable aumento de la capacidad de autoconsumo, que se ha multiplicado por 100 en los últimos cinco años, hasta alcanzar los 781 MW, que suponen poder evitar la emisión a la atmósfera de unas 500.000 toneladas de CO2 anuales, y representan el 7% de la capacidad de energía renovable de Andalucía», ha precisado. En 2018 este tipo de instalaciones apenas alcanzaban las 2.000 y aportaban 8 megavatios de potencia fotovoltaica instalada.
En el día dedicado a la Energía, la Industria y la Transición Justa en la COP28, el consejero ha destacado que la Junta de Andalucía tiene actualmente en trámite alrededor de 1.200 proyectos de energías renovables que suman en conjunto una potencia instalada de casi 20.000 MW, y que más de la mitad (en torno a 11.000 MW) ya han recibido autorización para su construcción. Una capacidad adicional que se irá sumando a los 10.868 MW de potencia renovable ya instalada en la comunidad andaluza.
«Europa quiere reindustrializarse mediante el uso de tecnologías limpias y Andalucía quiere jugar un papel destacado en este esfuerzo. Andalucía quiere convertirse en líder de la industria verde europea», ha enfatizado Jorge Paradela, que ha sustentado este protagonismo en proyectos que ya están tomando forma en el territorio andaluz. Así, se ha referido al Valle del Hidrógeno Verde, que impulsará un nuevo corredor marítimo entre el sur y el norte de Europa, y a que la región es ya un destacado productor de combustible sostenible de aviación (SAF por sus siglas en inglés).
Pero, además, la mayor naviera del mundo ha elegido Andalucía como base para su proyecto de combustibles cero emisiones para la descarbonización del transporte marítimo y la comunidad andaluza también se está posicionando como referente en la economía circular como fórmula de generar actividad, como refleja la construcción en Huelva de una nueva planta para reciclar 60.000 toneladas anuales de residuos electrónicos y recuperar metales clave para la transición energética.
El consejero Paradela ha defendido que «la energía limpia a precios competitivos se está convirtiendo ya en el mejor activo de Andalucía para el crecimiento industrial, en un motor de desarrollo y en un factor de atracción de inversiones. A su vez, nuestra industria tiene la oportunidad de brindar soluciones y equipos para el uso de energías renovables».
En el transcurso de un debate entre los expertos participantes en el panel, que ha contado con representantes de regiones de Portugal, India y Argentina, entre otras, el consejero andaluz ha puesto de relieve que alcanzar el objetivo de hacer de Europa un continente climáticamente neutro de aquí a 2050 «solo podrá lograrse con la acción decisiva de las regiones y con la alianza con el sector privado».
En este sentido ha apuntado varios ejemplos de cómo se trabaja desde Andalucía con el foco en ese objetivo, destacando el compromiso con la reducción de burocracia y la tramitación ágil de permisos, bajo un estricto respeto a las garantías medioambientales. «Para ello, hemos creado un equipo de altos funcionarios, la denominada Unidad Aceleradora de Proyectos«, que ayuda a reducir los tiempos de la tramitación administrativa. Y también ha destacado como iniciativa de colaboración público-privada la Alianza Andaluza del Hidrógeno Verde que, impulsada desde el Gobierno andaluz, cuenta con la adhesión de más de 150 entidades públicas y privadas que persiguen desarrollar un ecosistema industrial en torno a los proyectos que se están desarrollando en la región de este vector energético.
Asimismo, se ha detenido en explicar los beneficios que el despliegue de las energías renovables representa «para asentar población en las zonas rurales, mejorando la calidad de vida de sus ciudadanos y proporcionando también empleos industriales, más cualificados, estables y mejor remunerados». Entre estas potenciales ventajas, el consejero Paradela ha enumerado «la reducción de las tasas municipales para los residentes, la implementación de programas de formación específicos, la construcción de complejos deportivos, el desarrollo de viviendas sociales o la restauración de su patrimonio histórico», entre otras.
Del mismo modo, ha remarcado el papel estratégico que la minería está llamada a jugar en la transición energética y digital y en la necesidad de Europa de ganar soberanía en el acceso a las materias primas. «Andalucía desempeña un papel fundamental en el sector de la minería metálica en España, ya que representa el 40% del valor de la producción minera del país, cifra que se eleva hasta el 90% en el caso de la minería metálica. Como productor líder de cobre y otras materias primas consideradas críticas y estratégicas para Europa, Andalucía quiere jugar un papel protagonista en el suministro de estos recursos esenciales para la transición energética en curso», ha subrayado.
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