Una buena manera de favorecer un consumo sostenible es a través de los alimentos que consumimos. Desde la Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud y Consumo, con motivo del Día de la Gastronomía Sostenible que se celebra este 18 de junio, se hace hincapié en la importancia de llevar una alimentación no sólo saludable, sino también responsable y comprometida con el medio ambiente.
Consumo recuerda que una de las principales maneras de contribuir a este consumo responsable y sostenible en materia de alimentación es optar por aquellos productos que, por su naturaleza, origen o embalaje, sean más respetuosos con el medio ambiente. Se trata de un compromiso proactivo que se enmarca en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12 de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, sobre consumo y producción sostenibles.
El etiquetado del producto ofrece una información muy valiosa para orientarnos en este sentido, puesto que facilita, además de datos básicos como la denominación del producto, ingredientes, empresa alimentaria, fecha de caducidad o la información nutricional, el país de origen o lugar de procedencia.
Esta última información es muy útil a la hora de escoger entre productos, y desde Consumo se recomienda optar por los productos de procedencia nacional-local, en especial si se adquieren en el comercio de proximidad, el cual contribuye a reforzar la economía local, favorece la reducción de la huella ecológica –menor gasto en transporte, tanto de traslado de productos desde otras regiones o países, como de desplazamiento de las personas consumidoras a las grandes superficies o centros comerciales–. Para adquirir productos frescos, es siempre aconsejable comprarlos en plazas y mercados de abastos, antes que en supermercados o grandes superficies.
Por otro lado, dentro del objetivo de reducción de los residuos (especialmente de plásticos), hay que elegir aquellos productos que presenten el menor embalaje posible, y apostar por productos de temporada, evitando los alimentos procesados.
Consumo también resalta la necesidad de minimizar el desperdicio de alimentos, pudiéndose contribuir al mismo comprando únicamente lo que necesitamos y, en el caso de comer en un establecimiento de restauración, solicitando la comida servida sobrante en un recipiente (táper) para llevar, a lo que está obligado por ley el establecimiento.
La Dirección General de Consumo recuerda que otra manera de promover una alimentación sostenible y responsable es la adquisición de productos del comercio justo, una vía alternativa de comercio que se caracteriza por su carácter sostenible, igualitario, respetuoso con los derechos humanos y que promueve la sostenibilidad y protección medioambiental.
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