La Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad y la Universidad de Málaga han inaugurado el primer laboratorio tecnológico ‘Social Living-Lab‘, un prototipo de casa consciente que sirve de espacio y demostración para la investigación y formación de un modelo de atención asistencial personalizada, integral y que se pueda implantar en los hogares de las personas en situación de dependencia de cara a que puedan permanecer en sus casas el mayor tiempo posible y en las mejores condiciones.
Se trata de una iniciativa pionera a nivel nacional que se enmarca en el proyecto de innovación tecnológica y social de cuidados domiciliarios ‘Vivir en Casa’, que cuenta con un presupuesto de 2,3 millones de euros, dos de ellos financiados por la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad con cargo a fondos europeos, y la parte restante, a cargo de la universidad malagueña.
El ‘Social Living-Lab’ consiste en un prototipo de casa consciente con diversas innovaciones tecnológicas como sensores de movimiento y monitorización, detección de humo o apertura de puertas, así como un sistema centralizado de activación y control de la iluminación, cama articulada, sistema de geolocalización para ubicación precisa cuando se halla fuera del hogar y medición de los parámetros de salud para actuar en caso de emergencia, entre otros avances.
Así, esta casa prototipo, que se encuentra ubicada junto a una residencia de personas mayores del Palo, tiene 160m2 y su diseño es similar al de una vivienda, en el que el salón permite la evaluación y experimentación de dispositivos y sistemas, y el comedor, la cocina y el dormitorio con cuarto de baño integrado exhiben las últimas tecnologías en atención domiciliaria. Además, cuenta con tres despachos de trabajo para análisis y estudio de datos.
El viceconsejero de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, José Repiso, junto al vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Málaga, Juan Teodomiro Navarrete, ha destacado que este centro supone «un paso tecnológico de gigante para facilitar que, si una persona en situación de dependencia quiere permanecer en su casa, con su gente, el máximo tiempo posible, pueda hacerlo», toda vez que considera fundamental «priorizar el proyecto de vida de cada persona para que reciba la mejor atención».
En esta misma línea se ha manifestado el vicerrector de la Universidad de Málaga, que ha subrayado la colaboración entre administraciones en beneficio de la sociedad y ha remarcado el papel de la investigación y la transferencia de conocimiento para que la tecnología esté al servicio de las necesidades de los ciudadanos.
Proyecto ‘Vivir en casa’
Este ‘Social Living-Lab’ forma parte de la primera parte del proyecto ‘Vivir en casa’. La primera fase arranca con la creación de este centro social Living-Lab y la selección de las personas usuarias, y la segunda fase se ejecutará con la implementación y desarrollo de aplicaciones en los domicilios de las 15 personas seleccionadas. Finalmente, la tercera fase será de seguimiento y evaluación. Las 15 personas participantes, que tienen reconocido el derecho a la dependencia, en distintos grados, se han escogido teniendo en cuenta una serie de variables y criterios.
Este proyecto incorporará a la casa consciente todos los avances tecnológicos relacionados con la robótica y la domótica: inteligencia artificial, realidad virtual, robots sociales, dispositivos, sensores y cámaras inteligentes, andadores adaptados y eficiencia energética. Además, el Social Living-Lab está abierto a investigadores universitarios, profesionales del ámbito de la dependencia y entidades públicas y privadas que quieran aplicar la experimentación y aplicación de sus innovaciones tecnológicas en el ámbito de los servicios sociales.
La Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad impulsa, de esta forma, un nuevo modelo de cuidados asistenciales que posibilite a las personas mayores y a las personas en situación de dependencia que lo deseen, continuar viviendo en sus propios hogares en condiciones de seguridad y dignidad, evitando la separación de sus familiares y el desarraigo de su entorno.
Igualmente, supone la apuesta por la modernización de los servicios sociales, la digitalización, la simplificación de trámites y la aplicación de la tecnología a este ámbito, de la mano de universidades como la de Málaga, entidades privadas o ayuntamientos y entidades del tercer sector. Este verano, la Consejería ha resuelto subvenciones a entidades locales y del tercer sector por valor de 58,8 millones para proyectos de transformación tecnológica e innovación de los servicios sociales.
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