El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de las medidas puestas en marcha por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul para la preservación de la biodiversidad marina en Andalucía mediante la gestión y conservación sostenible de los recursos marinos y que van a contar con una inversión de más de 5,9 millones de euros financiados por con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
La franja litoral andaluza concentra más de un tercio de la población de la región y en ella se localizan las áreas más dinámicas desde el punto de vista económico y demográfico, con siete espacios naturales protegidos y alrededor de 300 kilómetros (el 35% de ella) integrada en algún tipo de protección. Por ello, es un espacio que requiere la intervención y la protección hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental.
Así, el Consejo de Gobierno aprobó en noviembre de 2022 la formulación de la Estrategia Andaluza de Economía Azul Sostenible para impulsar los sectores de actividad económica vinculados con los mares y la costa de Andalucía como motores de la dinamización socioeconómica andaluza dentro de una economía innovadora, respetuosa con los ecosistemas naturales y sostenible medioambientalmente.
Dado que uno de los objetivos de esta estrategia es impulsar la protección y conservación de la biodiversidad marina y la mejora de sus hábitats, el Gobierno andaluz va a impulsar la ejecución de seis actuaciones que persiguen, entre otros objetivos, la mejora del conocimiento sobre el medio marino; la mejora de la capacitación y de los equipamientos disponibles de los distintos actores que participan en tareas de seguimiento y vigilancia del medio marino y la ejecución de actuaciones de restauración de los hábitats marinos más sensibles, como las praderas de posidonia oceánica.
Las primeras medidas son la identificación y delimitación de los diferentes hábitats marinos y la elaboración de su ecocartografía. Ambas permitirán conocer mejor su estado de conservación y las causas de sus cambios, lo que posibilitará el diseño de nuevas medidas, incluyendo las de adaptación y mitigación para minimizar los riesgos e impactos del cambio climático sobre la biodiversidad marina y para asegurar la persistencia de las especies. Para ello se seguirán metodologías especializadas como la tecnología LIDAR, ecosonda multihaz, sonar de barrido lateral u ortofotografías, con equipos muy especializados para el procesamiento de la información. Estas actuaciones están cuantificadas en una inversión aproximada de 3,8 millones de euros.
La tercera actuación es la mejora de la capacitación del personal para el desempeño de las tareas de vigilancia en el medio marino y litoral, y la cuarta, apoyar la labor del personal de vigilancia con la adquisición de nuevos equipos para poner a punto un protocolo de vigilancia y seguimiento de actividades que incremente la calidad de las actuaciones realizadas actualmente y amplie las áreas de vigilancia. Para estas actuaciones está prevista una inversión de 1,3 millones de euros.
Por último, las acciones quinta y sexta están ligadas con la restauración de las praderas de posidonia oceánica, que están controladas desde 2004 a través del Programa de Gestión Sostenible del Medio Marino Andaluz e incluidas en el Listado de especies silvestres en régimen de protección y en el Plan de recuperación y conservación de invertebrados amenazados y fanerógamas del medio marino. Los beneficios de la restauración de estas praderas son múltiples, ya que crean una estructura única conformada por rizomas y raíces, denominada «mata», que puede alcanzar varios metros de altura, y el carbono orgánico e inorgánico que se almacena en su interior puede conservarse durante milenios. Estas actuaciones de restauración tendrán una inversión de 830.000 euros e implicarán el plantado de fragmentos de posidonia oceánica sobre «mata muerta» y la sustitución progresiva de los fondeos por otros ecológicos, que no degraden ni deterioren las zonas de praderas.
Así, en el marco del proyecto Life Blue Natura Andalucía de actuaciones para impulsar proyectos de absorción de carbono azul, se han caracterizado y cartografiado las praderas de posidonia y las marismas mareales del litoral andaluz y se ha calculado el stock y el flujo de carbono de estos ecosistemas, demostrando ser sumideros de CO2 de gran eficacia y eficiencia, ya que pueden llegar a capturar entre tres y cinco veces más dióxido de carbono que los bosques tropicales y, además, son capaces de retener este compuesto durante miles de años evitando que vuelva a la atmósfera.
A través de la restauración de las praderas se pretende conseguir la mejora general de los servicios ecológicos de regulación (secuestro de carbono), de provisión (producción primaria), de soporte (formación de hábitat), de protección (retención de sedimento) y culturales (uso recreativo); el incremento neto de la superficie cubierta por posidonia oceánica; el incremento y la conservación de la biodiversidad asociada al hábitat 1120 (praderas de posidonia); la mejora de la Red Natura 2000, del estado ecológico de las aguas litorales y de los servicios ecológicos culturales; la recuperación de ecosistemas para su puesta en valor; y la mejora de las pesquerías locales al ser hábitat y zona de criadero y alevinaje para multitud de especies de interés comercial.
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