Málaga acogió este sábado el estreno mundial del espectáculo ‘Picasso y la danza’ promovido por la Junta de Andalucía con el patrocinio de la Fundación Bancaria Unicaja como tributo al artista más universal. El montaje, que cuenta con una escenografía diseñada para la ocasión por el recientemente fallecido Carlos Saura, forma parte de los actos en conmemoración del 50 aniversario del fallecimiento del artista.
La puesta de largo del espectáculo contó con la asistencia del presidente de Fundación Bancaria Unicaja, José M. Domínguez; el director general de la Fundación Bancaria Unicaja, Sergio Corral; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal; el secretario general de Cultura de la Junta de Andalucía, Salomón Castiel y el fundador del Museo Picasso Málaga y nieto del genial artista, Bernard Ruiz-Picasso; entre otras personalidades.
El presidente de la Fundación Bancaria Unicaja, José M. Domínguez, ha valorado que “estamos ante un espectáculo universal y transversal, que rinde homenaje a la revolucionaria labor escenográfica de Picasso a través de la privilegiada pupila de Carlos Saura”.
Una visión inédita de un genio universal
‘Picasso y la danza’, dirigida por Carlos Saura Medrano, hijo del cineasta y director teatral, cuenta con un amplio elenco de artistas, entre los que destacan Andrés Marín, Marina Heredia, Rosario ‘la Tremendita’, Israel Fernández o Rocío Molina, entre otros. Su estreno es la antesala de una gira mundial, que arrancará en los Jardines del Generalife el próximo 25 de julio, prolongando su paso por ese escenario a lo largo de 25 funciones que se extenderán hasta el 26 de agosto. Posteriormente, y a lo largo de los dos próximos años, la compañía llevará el espectáculo por diferentes emplazamientos internacionales.
Con esta propuesta, se busca aportar una visión diferente de Pablo Ruiz Picasso, no solo guiándose por el genio innato del malagueño y su talento en todas las disciplinas que manejó, sino sumando “nuevos puntos de vista”, plasmado en su interés por el ballet, una faceta menos conocida del pintor. En el espectáculo se teatralizan dos de las disciplinas en las que el artista malagueño volcó buena parte de su creatividad y sus sentidos. Y es que Picasso realizó la escenografía de varios de sus ballets, no exentos de polémica en la época por su originalidad transgresora, como Parade, Pulcinella, El sombrero de tres picos, o Le Train Bleu.
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